sábado, 12 de abril de 2014

La niña que quería ser mariposa

Lola jugaba sola en el parque, su mamá estaba sentada en un banco hablando con una vecina del barrio.
Era una niña tímida, le costaba relacionarse con los demás chicos de su edad. Quizás porque se sentía más madura, le encantaba la compañía, pero siempre terminaba alejada. Había algo que le faltaba, algo en su interior que no podía entenderlo pero le quemaba por dentro.
Cuando estaba con los demás niños, experimentaba una extraña sensación, se definía  como una oruga, insulsa. Ella quería transformarse en mariposa. Vestía de colores, para encajar. Pero sentía que no estaba en sintonía. Lola quería volar, ser libre y el resto se amontonaba y se esforzaba por mezclarse de manera uniforme.
Hasta que un día se encontró con otra oruga, en el parque. Al principio le pareció muy extraño que un insecto hablase, pero ella misma quería ser mariposa, así que todo era posible.  Iniciaron una charla medio a escondidas, en un arbusto suculento alejado de los adultos. La pequeña larva se dio cuenta enseguida de lo que le pasaba a Lola (claro, entre orugas se entendían) y  le enseñó que cada cosa llega a su tiempo y que para algunos el camino es más largo. Pero si la verdadera esencia está dentro de uno, se logra el cometido.
- Un burro nunca podrá ser caballo, no está en su esencia. Pero debe esforzarse por ser el mejor en lo que es-. Dijo la oruga.
Así Lola comprendió que llegado su tiempo podría ser libre como las mariposas y que tenía que transitar su camino como oruga ya que al final del trayecto se transformaría en lo que tanto anhelaba.
Hasta que un buen día se despertó, desplegó sus alas y voló…Y fue la mariposa más hermosa y brillante del cielo. Exploró lugares inimaginables, se encontró con mucha gente y habló con todos. Estaba feliz. Experimentaba una evolución espiritual, así lo creían los antiguos griegos, que una mariposa representa  el viaje del alma cuando abandona el cuerpo para renacer en la inmortalidad.
Pero como también era parte de su naturaleza, en una semana, al final del último día, murió como una verdadera mariposa.

“Todo depende de ti” 

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